Blog
Se llama blog lo que se podría llamar cajón de sastre, pensamientos, textos, recortes, libretilla de cuadritos. Todo eso que por su novedad e inmediatez merece la pena compartir, pero que se va a olvidar entre bits y descargas de música regional. Aquí también comparto textos de otros autores, que son difíciles de encontrar, fotocopias teóricas o críticas sobre espectáculos… Lo dicho: un baúl lleno de chismes, una buhardilla abandonada, una carpeta vieja con las gomillas cedidas. Bueno, creo que se entiende.
Antes estaba albergado en www.ringdelamentira.blogspot.com, pero ahora más aseadito, creo, está aquí.
Las Titas en «Corazones de Guatiné»
Intervención en Radiópolis en el programa «Corazones de Guatiné» de Las Titas
El Teatro Underground como única salida o la «argentinización» de España
Epi y Blas en la Casa Ensamblá, de la Compañía UTE.
UVI (ZONA CERO) , escena 1
Obra estrenada en 2012 por los ULEN, escrita junto por mí junto a Maite Sandoval y Pepe Quero. Pronto se publicará.
PERSONAJES DE UVI:
SILVIO, político
JULIÁN, juez
CELADOR MARTÍNEZ
CELADORA CONSOLI
CELADOR PEPE
DOCTORA MARÍA
DOLORES
CAMILLERO MIGUEL
ENFERMERA CONCHI
TRINIDAD
SIMANCAS
MARQUÉS
Aquí va la primera escena:
1. LA CACERÍA
(SILVIO Y JULIÁN apostados en un puesto de caza. Silvio es un político políglota,
moderno , envuelto en esa vitalidad de los vencedores en cientos de batallas,
con una cara para enmarcar veinte cuadros; Julián, juez,
se le nota cansado, viste un pantalón a la altura de la sobaquera y
arrastra andares de cuervo viejo.)
SILVIO. ¿Julián?
JULIÁN. ¿Silvio?
SILVIO. ¿Julián?
JULIÁN. Mira, mira, mira… Dos escopetazos. Plumas por los aires.
SILVIO. ¿Le hasdado?
JULIÁN. ¡Una perdiz! (Disparo.)
SILVIO. ¡Cuidado!
JULIÁN. ¿Has visto el cochino jabalí?
SILVIO. Me ha rozado. Oye, ¿este sitio es seguro?
JULIÁN.¿No va a ser seguro? ¿Qué era eso tan importante que querías decirme?<
JULIÁN. (Enseña un periódico.) Primera plana: ¿no nos habremos pasado con las
puñaladas?
SILVIO. Cla,que no.
JULIÁN. ¿Y lo del empujoncito de la cuarta planta?
SILVIO. No, lo archivas como violencia de género y caso resuelto.
JULIÁN. Lo archivo como violencia de género y caso resuelto… ¡Uy, mira un urogallo!
SILVIO. ¡Le tiro yo!
JULIÁN. No, le tiro yo.
SILVIO. Le tiro yo.
JULIÁN. Le tiro yo.
SILVIO. No, le tiro yo. (Apunta con la escopeta a Julián.)
JULIÁN. Está bien,tírale tú.
(Silvio se prepara. Suena un móvil. La pieza se escapa.)
SILVIO. Disculpa. (Al teléfono. Disparos.) No, en una cacería no.
Estoy en Port Aventura con las nenas… En el show del salvaje Oeste.
¡No me vengas con esas! Cincuenta para materiales y cincuenta para
mí. Me da igual, como si tienes que construirla con harina de
pescado. ¡Pues le echas más arena! (Cuelga.)
JULIÁN. ¿Estás construyendo?
SILVIO. Sí, en la playa de la Cucharilla. Como si no lo supieras.<
JULIÁN. No llevo la cuenta de... Mira, mira, mira... un Bambi.
(Suena el móvil de Julián. Descuelga.) ¿Diga? ¿Disparos? No, son
cohetes, es que estoy en el Rocío chico, esta gente empieza muy
pronto con los preparativos. ¿Cómo se te ocurre llevarme el jamón
al juzgado? Punto uno: no se llevan jamones al juzgado; punto dos:
eran 10 jamones. (Cuelga.)
JULIÁN+SILVIO.¡Joder!
JULIÁN. Mira, mira,mira una liebre…
(Suena el móvil de Silvio.)
SILVIO. Disculpa. (Al teléfono.) ¿Sí? ¡No! No me jodas, no me jodas, joder,
¿No? ¿Un brazo? ¿Sin contrato? ¿Y han encontrado el…? Déjalo
en la puerta de urgencias y listo. Espera… (A Julián.)
¿Quién tenemos que se pueda comer un buen marrón en crudo?
JULIÁN. ¿José?
SILVIO. No, se comió lo Sofico.
JULIÁN. ¿Luis?
SILVIO. Gescartera.
JULIÁN. ¿Moreno?
SILVIO. Lo de la colza, le dieron una paliza el otro día y todo.
JULIÁN. ¿Y el Marqués? ¿Salió del lío ese de las fotos a las niñas?
SILVIO. El Marqués es un gran amigo mío y tiene plena confianza en mí. Está bien, que
se lo coma el Marqués. (Al teléfono.) Al Marqués le ha
tocado. A esta hora suele estar en la sauna Afrodita. (Cuelga.)
JULIÁN. ¿Problemas?
SILVIO. No.
JULIÁN. Mira, mira…
SILVIO: Un gato.
JULIÁN: No seas animal, eso es un lince, una especie en peligro de extinción. Te lo
marco.
(Preparan la emboscada. A Silvio se le escapa un disparo.)
SILVIO. ¿Le he dado?
(Cae el trofeo disecado a escena.)
JULIÁN. ¡Para tu salón!
SILVIO. Para el tuyo. (Silvio le da una bolsa de basura. Julián saca unos
billetes de ella.) ¿Has meditado lo de presentarte a las elecciones?
JULIÁN. Ya lo hice en el 95. Prefiero seguir en la sombra.
SILVIO. Haciendo deporte se pasa el tiempo volando.
JULIÁN. Claro, «manzana in corpore sano».
(Salen los dos amiguitos riendo, con el culo prieto y librado, por el momento, de
cualquier escarnio público.)
¿Qué hacemos los teatreros con tanto dinero?
Ante tanta gilipollez reinante sobre los que nos dedicamos a la cultura, el dinero que ganamos, el dinero que dejamos de declarar, el que escondemos en paraísos fiscales y la presión fiscal abusiva y , como consecuencia, la pérdida de espectadores. Hablaremos de números a los neo-conservadores, a los seguidores de Wert y , por extensión, a todos los votantes de cualquier signo.
Sentemos unos precedentes. Sabemos que el caché (precio que se paga a una compañía por función) ha desaparecido y se impone la taquilla en todas partes (alegarán aquello de :“si tienen espectadores, pues que sigan, sino que se mueran”). Bien, pues para ellos va un bonito desglose.
Una compañía que actúa en una sala se lleva parte del porcentaje de la taquilla (Entre el 60 y el 40%) Pongamos para este ejemplo el 60 % para la compañía y el 40 % para la sala. ¿Sencillo? No tanto. Este porcentaje se aplica sobre el neto.
A la recaudación bruta hay que restarle el 21% de IVA que se aplicó al ticket, dinerito que va a parar a las arcas del Estado, ejerciendo la sala y compañía como recaudadores de impuestos del Estado, los nuevos Sheriffs de Nottingham. Esperen, que quedan más bocados. A ese resultado hay que restarle un 10% de SGAE; sigo: además, hay que restarle las promociones, descuentos, 2×1, familias numerosas y demás. Esto dará un importe neto, ese importe será el que se divida 60-40 ; o el acuerdo que se haya llegado.
Con ese dinero se supone que la compañía ha pagado los seguros sociales de todos los miembros de la compañía (a razón de 40 o 50 euros por cabeza), las dietas (30 al día) y sus nóminas. Y después debe sobrar dinero si queremos subirnos a la furgoneta con gasolina.
Veamos un ejemplo con números.
6 funciones en la Sala Z
Número de espectadores: 321 (53 espectadores de media al día)
Recaudación total: 2.707 euros
IVA (-21%): 469,81
SGAE: (-) 270,70.
Reducción promociones: (-) 43 euros
Importe neto: 1923 euros
Compañía (60%): 1154 euros
Sala (40%): 769 euros
Bien, 1154 euros. Miembros de la compañía: 4. (4x 44 euros Seguros Sociales) : 1056 . Gastos Gestoría: 35 .
1154 – 1056 – 45 = 63 euros.
53 euros, ése es el beneficio. Y ahora sí, lo repartimos entre los miembros de la compañía. 53/4 = 15,75 euros para cada miembro por 6 días de funciones. ¿O debería decir de “defunciones”? Como decía Groucho en “Una noche en la Ópera”, si no actúa mucho, no perderá dinero.
¿Y dicen que no están destrozando el sector? El teatro va a volver a las compañías aficionadas, los profesionales o cambiamos de sector o cambiamos de país. ¿Cómo pagar un fijo de seguros sociales si no sabemos qué vamos a sacar en taquilla? En fin, no quiero insultar, insulten ustedes…
La Sala Cero estrena una comedia surrealista sobre la Transición
‘Españoles, Epi y Blas han muerto’ es una historia sobre la ambición de éxito y la pérdida de la inocencia’ Diario de Sevilla.
La Sala Cero de la calle Sol no cierra en verano y dentro de su refrescante temporada llamada Ni frío ni calor ofrece hoy a las 22:00 el estreno absoluto de Españoles, Epi y Blas han muerto.
Con esta obra debuta la compañía sevillana de teatro UTE, integrada por cinco artistas que estaban sin trabajo y que ahora toman «las armas» y plantan cara a la crisis del sector. David Montero, guionista de la obra y buen amigo de los componentes de la nueva formación, ha trabajado con ellos en la elaboración de la puesta en escena.
El montaje resultante es una comedia de 75 minutos de duración que, contra todo pronóstico y pese a su título, no es para críos, «si no para mayores de 16 años», apuntan sus artífices.
La historia transcurre entre los años 1973 y 75, en la etapa final del franquismo. El intérprete Paco Luna encarna a Epifanio Gómez (Epi) y Javier Berenger da vida a Blasco Bermúdez (Blas). También les acompaña un personaje secundario que dará mucho juego, Gus, interpretado por Falín-Galán.
Los ambiciosos protagonistas de la historia viven juntos y aislados del mundo en un garaje. Están completamente convencidos de su talento y han elaborado una pieza teatral de la que están muy orgullosos, aunque el mundo que les rodea se empeña en contradecirlos.
Sin embargo, Epi y Blas no van a abandonar fácilmente su empeño de revolucionar el panorama teatral español con sus ideas. «Son un par de amigos cegados por la ambición, capaces de vender su alma por un poco de éxito», explican los intérpretes.
El título de la obra y su alusión a las célebres marionetas simboliza cómo los personajes van perdiendo la inocencia y se van convirtiendo en bufones del poder conforme avanza la historia. El montaje se ambienta musicalmente en los años 70 y en la escena de explosión creativa de los últimos años de la dictadura.
Javier Berger, uno de los intérpretes, define este proyecto como «una comedia negra, con tintes surrealistas. De hecho la columna vertebral de la obra se compone de hechos inverosímiles que el espectador deberá intentar creer». Para los miembros de UTE, estamos ante «una comedia sobre la ambición, sobre los sueños de cambiar la realidad, ambientada en la época en la que más se soñó. Una mirada oblicua pero sin piedad a ese tiempo que algunos siguen empeñados en sacralizar: la Transición.»
Españoles, Epi y Blas han muerto (siempre a las 22:00) estará en cartel desde hoy al jueves en la Sala Cero con entradas entre 13 euros y 10 euros (precio reducido para estudiantes menores de 30 años, desempleados y pensionistas).
¿Qué es un pase técnico?
A tres días del estreno estamos con los pases técnicos. ¿Qué es un pase técnico?- pregunta un señor bajito desde la segunda fila del paraíso-. Pues, un pase técnico, aunque parezca lo contrario, no tiene que ver con los toros. Ni con la lucha libre mejicana. Ni con la NBA.
Un pase técnico es “pasar” la función para que el técnico y los actores, con las indicaciones del director, sepan cuáles son los pies de sonido y luces. Además de ajustar todo lo que tiene que ver con toda la parte técnica del espectáculo (sonido, luces, efectos especiales, confeti, plataformas volantes o karaokes).
El director se sienta y habla con el técnico o con iluminador o con el jefe de sonido o con la Santísima Trinidad como es el caso, porque en montaje todos hacemos de todo y el técnico diseña la iluminación, plantea el sonido y graba los ensayos.
Se le llama “pase”, porque el director “pasa” de los actores; los actores “pasan” de la interpretación e intentan no volverse locos mientras le cambian todas las marcas (los lugares donde se tienen que poner –vaya, qué de palabros tiene este gremio-). Y mientras el técnico va “pasando” efectos. Y así, pasando y pasando, van pasando los días hasta que se llega el pase general , que no es un pase para militares, sino un pase exacto a una función normal (con maquillaje, vestuario y peluquería), con público y que suele salir como el puto culo. Pero eso, es otro asunto.
*Foto: El elenco de «Españoles Epi y Blas han muerto» desesperados en pleno pase técnico
En el Correo de Andalucía
http://elcorreoweb.es/2013/07/12/la-muerte-de-epi-y-blas-cierra-la-dura-temporada-de-la-sala-cero/
La muerte de Epi y Blas cierra la dura temporada de la Sala Cero
La sala ha perdido un 30% de la taquilla y espera remontar a partir de septiembre. Danza, conciertos y un festival de música, nuevas apuestas del escenario de Sol.
La Sala Cero cierra la temporada la próxima semana con una obra que tira de humor y del imaginario colectivo. El martes la compañía UTE estrena Españoles, Epi y Blas han muerto, montaje que hasta el 25 de julio se enmarca en la programación de verano del escenario de la calle Sol, que ha retado a la tradicional falta de oferta escénica de interior de los meses estivales con la iniciativa A 0º, ni frío ni calor. Escrita por David Montero e interpretada por Javier Berger, Paco Luna y Falín M. Galán, la obra es una divertida comedia surrealista, ambientada en la Transición, en la que Epifanio Gómez y Blasco Bermúdez (Epi y Blas), dos frikis de los de antes, se creen genios ignorados. Tras recibir rechazo tras rechazo a su obra maestra gastan todo lo que tienen en estrenarla, convencidos de que revolucionará el teatro español. Pero nada será como esperaban. Será como les cuente Gustavo, que para eso es el reportero más dicharachero. A pesar de que su título pudiera despistar, está recomendada para mayores de 16 años. En palabras de la compañía, Españoles, Epi y Blas han muerto es una comedia sobre la ambición, sobre los sueños de cambiar la realidad, ambientada en la época en la que más se soñó: el tardofranquismo. Una mirada oblicua pero sin piedad a ese tiempo que algunos siguen empeñados en sacralizar: la Transición. Se trata de la primera producción de la compañía sevillana UTE, un proyecto que, según cuentan ellos, surge de la unión de cinco tipos que, viendo lo que se les venía encima, se tiraron al monte a seguir haciendo teatro, a dar la guerra que aún se puede dar: de guerrillas. Antes han trabajado como Os Reverendos, como TBBB y también sin nombre. El precio es de 13 euros la entrada normal, y diez euros la reducida para estudiantes menores de 30, desempleados y pensionistas. Además, en la web de la sala, www.salacero.com, están disponibles promociones de cupo limitado que permiten al espectador adquirir sus entradas 2×1. El espectáculo estará en cartel de martes a jueves, a las 22.00 horas. Las entradas pueden adquirirse en la taquilla, a través de www.entradas.com, y en la FNAC. Pero la Sala Cero no es sólo la última en cerrar, sino la primera en abrir. Ángel López, uno de sus directores, avanza a este periódico las líneas programáticas de la temporada 2013-2014, que arrancará el 13 de septiembre de nuevo con Mejor es posible, Síndrome Clown. Además, se volverá a incluir en el cartel Estrella Sublime, una obra que aporta muchos ingresos, según destacó López, así como espectáculos de danza, una novedad con respecto a años anteriores. La sala continuará apostando por los pequeños conciertos que han comenzado a celebrar este año y que tan bien han funcionado, fijando un ciclo los jueves. Además, junto a Green Ufos se organizará un minifestival acústico que será prolongación del Southpop, que por su carácter bienal no tendrá edición en 2014. Los valencianos El Pont Flotant volverá a recalar en el escenario de la calle Sol, que continuará apostando por el teatro familiar, con funciones especiales para niños los sábados y domingos a las 18.00 horas. En cuanto a la temporada que acaba, López la definió como de resistencia y durísima. Ha sido un año bastante irregular. Empezamos bien de público, pero a partir de noviembre ha sido un año malo, recordó. Según sus datos, se ha perdido taquilla y la recaudación ha caído entre un 25% y un 30%. Además, la sala se ha quedado prácticamente sin ninguna ayuda después de que tanto la Junta de Andalucía como el Ayuntamiento de Sevilla recortaran drásticamente las subvenciones destinadas a la actividad de los espacios escénicos privados. A esto hay que sumar la crisis económica en general y la subida del IVA cultural, que ha sido desastrosa, criticó el empresario, quien resaltó que, pese a todo, en lo artístico el nivel se ha mantenido, lo que ayuda a seguir manteniendo la actividad.
Entrevista en el Club Express
Llega a la Sala Cero la comedia surrealista ambientada en los setenta, Epi y Blas han muerto, un texto de David Montero que interpretarán los actores Javier Berger, Paco Luna y Falín M. Galán. La obra ha sido puesta en marcha por la compañía UTE (Unión de Teatreros Energúmenos) a la que pertenecen tanto el autor como los artistas. La historia, una comedia negra que gira en torno a la muerte y la pérdida de la ingenuidad en la época de la pre Transición, hace un guiño a la profesión misma, donde los personajes intentarán llevar a los escenarios una obra que creen que revolucionará el teatro.
Texto: Piedad Bejarano
ElClubExpress: Esta obra parte de una compañía que resurge como ave fénix de las cenizas de otras, UTE (Unión de Teatreros Energúmenos). Ante todo, ¿qué es UTE y quiénes lo formáis? ¿Cómo y por qué ocurre esto?
Javier Berger: Surge de restos de compañías, yo estaba en Los Ullen, Falín estaba en El Calvo Invita, David Montero el autor también andaba con otra compañía, y con Paco Luna llevo muchos años trabajando, estábamos juntos en Os Reverendos que anda bastante parado. En realidad, UTE es una huida hacia adelante, es una pequeña broma, ya sabes que las siglas son de la Unión Temporal de Empresas pero nosotros le hemos dado otro significado, el de Teatreros Energúmenos.
Decís que os habéis tirado al monte desde UTE para dar guerra en el teatro donde aún se puede, volviendo a la esencia de éste. ¿A qué os referís con volver a la esencia?
Javier Berger: Ante la destrucción absoluta y el tsunami que está arrasándolo todo, nos hemos unido unos cuantos supervivientes para crear una nueva Armada Invencible del Teatro. Frente a esta destrucción hay dos opciones: o ver como caen las bombas o dar un paso al frente, es verdad que es un lenguaje un poco bélico pero es que lo que está pasando es una guerra, y hemos querido dar ese paso al frente con UTE.
Paco Luna: Además queremos intentar impulsar un poco a los creadores nuevos, como David Montero, que pueden hacer cosas muy interesantes. Hay gente que tiene muy buena trayectoria y experiencia pero son poco conocidos, y como son compañeros nuestros también es una forma de tirar de esos textos que son muy buenos.
Javier Berger: “Frente a la destrucción hay dos opciones: o ver como caen las bombas o dar un paso al frente. Eso es lo que hemos querido hacer con UTE”
Estáis de broma hasta con el propio acrónimo de la compañía…
Javier Berger: Tiene dos cosas la broma. Por un lado, está esa locura de nombrar la compañía como una empresa como si vendiéramos zapatos o cualquier otro producto, que de hecho es como se está tratando al teatro. El 21% del IVA está llevando a reventar un sector y tratarlo como una empresa que está manufacturando y ahí reside la broma de UTE y Unión Temporal de Empresas. Por otra parte, cada vez que cierra una compañía es como una puñalada, en cierto modo es una guerra lo que se está viviendo. El teatro evidentemente no va a desaparecer, lleva miles de años existiendo, pero sí que es verdad que hay una crisis en la profesión.
Paco Luna: Se da el caso de muchos profesionales y actores formados con carrera que no tienen dónde actuar, que van a diputaciones y no obtienen respuesta, o tienen que actuar gratis sin que les paguen nada. Es como si no tomaran en serio, que eres actor y te dedicas solo a esto.
Ya que UTE es una broma en sí misma, da pistas de que la comedia es el género por el que apostáis, como es el caso de Españoles, Epi y Blas han muerto, ¿no?
Javier Berger: Sí que es una comedia, una comedia negra. Es una comedia que trata la muerte y la pérdida de la ingenuidad, como se vende la ingenuidad en pos del éxito, que tiene que ver también con todo lo que comentábamos. El teatro se ha estado acostando con las instituciones durante mucho tiempo, y las instituciones han desaparecido y ahora el teatro se ha quedado sin amante. También ya somos mayores y no vamos a echarles las culpas a papá y mamá, que la tienen hasta cierto punto. Lo importante de UTE es que es una iniciativa de profesionales del teatro que llevan más de diez años de trayectoria como mínimo, y estamos haciendo lo que queremos y sabemos sin depender absolutamente de nadie.
Paco Luna: De hecho yo creo que era un poco lo que queríamos, no nos hemos planteado pedir ayudas ni nada, queríamos ser totalmente independientes. Las ayudas que hemos recibido han sido a nivel personal o nuestras propias aportaciones.
¿Creéis en la comedia como vehículo conductor a la reflexión y a la crítica social?
Paco Luna: Con la comedia se puede hablar de todo, absolutamente. Luego ya depende de como cada uno se lo tome, claro. Yo por ejemplo, si viera esta obra me haría reflexionar sobre como puede uno venderse para conseguir el éxito y demás, por ejemplo. Luego habrá gente que quiera buscar además una crítica social en todo esto, porque es una obra que transcurre en los setenta en plena pretransición. Además, gira en torno a la muerte tratándola desde un punto de vista muy divertido.
¿Quiénes son los Epi y Blas de esta historia? ¿Y Gustavo?
Paco Luna: Yo soy Epi que digamos que es un poco, como el alumno de Blas. Somos compañeros de sótano, y Blas es mi maestro y mentor, es un dramaturgo más experimentado y mi compañero. Siempre lo acompaño con los ojos cerrados a donde sea, más que nada porque estoy enamorado de Blas. Blas es un tipo que se las quiere dar de artista, aunque no tiene talento ninguno cree que su obra revolucionará el teatro.
Javier Berger: Yo soy Blas, aunque voy a hablar de Gustavo el personaje de Falín. Gustavo, igual que en Los Teleñecos, ejerce un poco de reportero y es el que narra la historia. Es el único personaje que está dentro y fuera de la escena además de cantar, tocar el piano y ejercer de narrador.
Paco Luna: “En la obra hay mucho juego de metateatro y mucho cachondeo hacia la profesión, en la que hay mucho farsante”
¿Por qué se eligen a estos singulares personajes como protagonistas de la acción dramática?
Javier Berger: El autor, David Montero, utiliza mucho en sus obras iconos para sacarlos de contexto. Utiliza el icono, no son ni Epi ni Blas, pero usa el referente icónico para contar la historia. Se usan esos referentes para hacer otra cosa, aunque evidentemente, se harán guiños claros a los personajes.
Dos personajes que quieren llevar a toda costa una obra al teatro sin un cuarto y rechazo tras rechazo. Con el metalenguaje, ¿se lanza un guiño a la profesión?
Paco Luna: Sí, al menos yo lo veo así, hay mucho cachondeo hacia la profesión, y hacia los casos como el de Blas que cree que ha escrito la obra perfecta que revolucionará el teatro, pero es una basura en realidad. También hay mucho juego de metateatro, se representa dentro de la obra otra obra, la que escribe Blas, Silencio Gómez, que es una auténtica locura. Yo creo que en mundillo nuestro hay mucho farsante, que se creen especiales por ser actor, músico o payaso.
Decís que la obra supone “una mirada oblicua pero sin piedad a ese tiempo que algunos siguen empeñados en sacralizar: La Transición”. ¿Qué queréis reflejar al enmarcar la obra en este contexto?
Javier Berger: Eso lo ha dicho David Montero, el autor. La obra se desarrolla entre el año setenta y tres y el año setenta y cinco. Es el final del franquismo y el principio de una desilusión. Tiene que ver con la historia de España, el tardo franquismo es el contexto de la obra aunque no tiene nada que ver con ella, pues Epi y Blas no se enteran de nada.
Paco Luna: Los pasos temporales van con distintas mentes famosas de la época de Franco, y es el hilo conductor de la obra. Ellos no se enteran de nada, es el narrador el que lo va contando, no están interesados en política y sólo viven para su arte sin posicionarse.
Javier Berger: “Los teatreros viejos dicen tener la sensación de haber vuelto a los setenta. Es una situación parecida porque es un fin de ciclo, se está acabando una manera de hacer las cosas igual que en aquella época”
La pre Transición fue una época de muchas expectativas al cambio, interrogantes y preguntas por parte de la ciudadanía. Aunque en circunstancias muy diferentes, ¿estamos también en un período similar, esperando un cambio? ¿Puede esto hacer que exista cierta conexión actual con la obra?
Paco Luna: Hombre, incertidumbre sí que hay tanto en aquel período como en éste, aunque parece que hay más optimismo entonces que ahora, y sinceramente pienso que las cosas pueden ir un poco a peor.
Javier Berger: Se ha caído un modelo que estaba muy vinculado a las instituciones y hay cierre de compañías y salas de teatro, como en aquel entonces, aunque sean contextos distintos. Pero sí que hay teatreros viejos que dicen que la sensación es de haber vuelto a los setenta, hablas con gente que estuvo en Esperpento y coinciden con esto, que hay una regresión. Es una situación parecida porque es un fin de ciclo, se está acabando una manera de hacer las cosas, y en los setenta se acabó una manera de hacer las cosas con las compañías independientes.
Este es vuestro estreno absoluto en la Sala Cero. ¿Cómo estáis viviendo los momentos previos?
Paco Luna: Con muchas ganas, tenemos mucho trabajo detrás y mucho tiempo, así que hay ganas de estrenar.
¿Qué va a encontrar el espectador que acuda a ver las idas y venidas de estos personajes?
Javier Berger: Yo creo que va a encontrar comedia, muerte, mala leche, quizá alguna referencia política aunque no demasiadas, música, amor y traiciones… Tiene un poco de todo. Hay algo de pérdida de ingenuidad, el hecho de que el autor tomara a Epi y Blas como referentes, haciendo el guiño a la frase de Arias Navarro con el título Españoles, Epi y Blas han muerto, tiene que ver con esa pérdida. Empiezan siendo muy ingenuos y terminan dentro del aparato de la comedia del Estado. Gente muy independiente que se convierte en bufón de las instituciones. ¿Suena de algo? Sí, pasó en los setenta, y ahora estamos viviendo un tiempo que se parece en ese sentido.
Y después de Sevilla, ¿Qué harán Epi, Blas y Gustavo?
Javier Berger: Ahora mismo lo que tenemos cerrado es esto, y Madrid es probable. Es un montaje fácil de mover pensado para salas y garajes incluso, todo cabe en un coche prácticamente. Además todo el mundo tiene sus diez mil cosas aparte, porque es la única forma de ir juntando bolsitas. Falín Galán tiene un espectáculo el solo con otra compañera, nosotros tenemos varias piezas breves que hacemos cada tanto… es normal en estos tiempos hacer varias cosas.
Paco Luna: De momento estrenar aquí a ver como funciona la cosa, o ver si continuamos después de la temporada de verano, y ver como movernos. Es muy divertido trabajar con estos dos, y no hemos hablado de nada nuevo porque acabamos de empezar, pero no estaría mal, a ver que pasa.
DATOS DE INTERÉS:
- Intérpretes: Javier Berger, Paco Luna, Falín M. Galán
- Texto y dramaturgia: David Montero con la colaboración de Javier Berger.
- Dirección: UTE.
- Cuándo: del 16 al 25 de julio de martes a jueves | 22:00h | Sala Cero
Teatro Minimo en la 2
En el programa «Mi reino por un caballo»