Verano 2017. Una cafetería en San Bernardo, Sevilla. Llega Dubarry a esa hora entre la tostada última tostada y la primera cerveza. Se sienta y pide una cerveza, mientras mira de reojo los restos de mi desayuno tardío tostada, lanza una de sus ideas locas. Lo escucho mordisqueando y sorbiendo café. ¿Una obra de teatro sobre la historia del jazz? Pero que tenga una trama, claro. Ah, y que se desarrolle en un programa de radio. Con una banda en directo. La locutora cantará y bailará. Y hay que hacer un recorrido por todo el siglo XX, desde el nacimiento del jazz en Storyville hasta las últimas fusiones más modernas. Pido una cerveza y le comento los obstáculos (cuando a alguien se le ocurre una idea espero que la haga él y no me líe en sus chalauras), pero hábilmente va sorteando mis escaqueos sobre fechas, documentación, presupuesto… no tengo escapatoria, lo voy a tener que escribir. Un último intento para que desista:
– ¿Ese es el encargo, Jorge? Ajá, vente a mi pueblo, nos encerramos una semana los dos solos y concretamos el argumento y la escaleta del asunto.
Sinceramente, esperaba que con la amenaza de secuestro se acojonara, pero nada. Se vino a mi casa y escribimos el argumento de la función, además de encajar la lista de temas que los músicos estaban preparando. Después, Jorge se marchó a su casita y me quedé solo ante el papel continuo en la pared lleno de nombres, ideas y la sinopsis. Muy bien, me dije, historia del jazz… sé lo mismo de la historia del jazz que de la historia de la polka. Aunque, por suerte, tengo buenos amigos músicos (gracias a Roque Torralva y a Pepe Olmedo) que me pasaron bastante documentación (adjunta al final).
La escaleta estaba bien definida, así que no me perdí en el marasmo de músicos, géneros, subgéneros, orquestas y pendencias del jazz. Había que centrarse. En el camino hubo varias bajas (casi siempre las escenas más complicadas de escribir): una versión radiofónica de “El perseguidor” de Cortázar; un poema construido con fragmentos de “Poeta en Nueva York” de Lorca ; muchas cuñas publicitarias y unos cuantos nombres de la historia del Jazz.
Entre las ideas que se quedaron en el tintero, cobró mucha fuerza una sobre los últimos días del saxofonista Lester Young en París. Estos apuntes terminaron convirtiéndose en el monólogo “Lester”, estrenado en la Maratón de Monólogos de 2018 que organiza la Asociación de Autores de Teatro. (El texto al final del post)
Después de mucho cortar, reescribir, pulir y dar cera, le envié el texto a Jorge y no lo volví a ver hasta el día del pase general con público (Jorge no me deja ir a sus ensayos, y está bien que así sea). Y salí maravillado, todo estaba bien. Era emocionante, preciso , precioso, conciso, directo… La luz, la música, la voz… María absolutamente versátil y brillante; los músicos delicados y juguetones; y Paula como partener en momentos medidos de la función, sorprendente.
Y de ahí al estreno en Palma. Festival al que no llevaba un texto mío desde el año 2000 con “Doctor, ¿es cierto que el hombre se compone de un 70% de agua?” .Cerramos el festival con la sorpresa del Premio Especial del Jurado.
¡Qué maravilla! Jorge, ¿lo próximo, qué?
BIBLIOGRAFÍA
– BERENDT, Joachin. 1994. El Jazz. De Nueva Orleans al Jazz Rock. Colombia. Fondo de Cultura Económica.
– LINDT, Lawrence. 2011. Historias curiosas del Jazz. España. Ediciones Ma Non Tropo.
– GIOIA, Ted. 2002. Historia del Jazz. Turner Publicaciones.
– SABATELLA, Marc.2000. Manual de Improvisación. Out Side Short Music.
AUDIOVISUAL
– BURNS, Ken. 2000. Historia del Jazz. 12 episodios. The Jazz Film Proyect.
– Discópolis Jazz. Programa Radio. Historia del Jazz. Especial 10 episodios. Cadena SER 2017.
Prensa:
http://www.diariocordoba.com/noticias/cultura/final-buen-sabor-boca_1237527.html
EL MONÓLOGO DE LESTER.
Lester- monólogo teatral- by Os Reverendos on Scribd
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